lunes, 24 de octubre de 2016

Proposición indecorosa



Hoy  quiero hacerte el amor y llevarte algún motel, dejando de ser estúpidamente razonable, te diré en  tono de embriaguez irreverente  que quiero lamer tu clítoris de piel rosada, atrapar tus codos con mis manos y sentir la suavidad de tu piel al contacto del agua que nos limpia.

Apretar tus lánguidos huesos de la cadera para tomarte desde la espalda, inclinarte y embestir con el mástil la flor que se dilata que me engulle dentro de si, y que se mueve con voluntad propia con la dermis de tu vagina, que me somete con la alcalinidad de tus secreciones que me inundan; y se mezclan con las mías en cada movimiento asíncrono de mis topes de animal en celo.

Te levanto las copas de tus senos y la puntita de la lengua que doblas al cerrar tus ojos cuando entierro mi arado con fuerza en el jardín de las delicias. Mi penetración instiga el temblor de tu cuerpo, a que tus alas de mar se extiendan sobre mis muslos y me aprietes con tus piernas.

Si lo soez de mis palabras te parece vulgar, estoy infinitamente satisfecho, por que mi amor esta hoy mas cerca de la locura que de un amor limpio y puro, por que mi deseo no se piensa, y mis ideas no te tocan más que cuando en mi sueño las convierto en  poesías, pero todo eso son abstracciones sino consigo verte y clavar todos mis erráticos deseos en ti; ahí es donde todo tiene sentido, por que la existencia es más placentera con una caricia furtiva hasta sin cariño con la posibilidad de mutar en amor verdadero, que solo pensar y reprimir.

Y luego entonces que dices, te llevo........



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